Romanos

La dominación romana supuso para toda la comarca la unificación de las diferentes tribus indígenas que la poblaron antiguamente. El municipio de Molinicos fue incluido, en un primer momento, en el territorio de la Hispania Citerior, y más tarde en la Tarraconensis, aunque finalmente formara parte de la jurisdicción Cartaginensis. Muy cerca de Molinicos se encontraban importantes ciudades romanas como Saltigi (Chinchilla de Monte-Aragón), Ilunum (Hellín), Balazote o Castrum Altum (Peñas de San Pedro).

 

El municipio se encontraba entre dos importantes calzadas y rutas romanas:

 

  • La vía Hercúlea, camino que unía Cádiz con Roma, y que venía desde Mentesa Oretana (actual Villanueva de la Fuente en Ciudad Real), hacia Saguntum. Esta vía romana no fue creada ex novo, sino que aprovecharía la infraestructura viaria de los antiguos caminos íberos, reforzándola y aumentándola.
  • La otra era un ramal de la vía romana Córduba-Saguntum, donde a la altura de Santisteban del Puerto (antigua Ilugo) se desviaba hacia Cartago Nova (Cartagena), pasando por el valle del río Guadalimar hasta llegar a la cuenca del río Mundo, en dirección a Hellín (Illunum), donde enlazaba con otra importante vía, la de Complutum a Cartago Nova.
Visigodos
 

El Bajo Imperio romano se caracterizó como una época de inestabilidad política, de decadencia de la ciudad y el consiguiente establecimiento en el campo. Algunas ciudades se fortifican, pero progresivamente las oleadas de bárbaros, y los bagaudas, bandas de campesinos hambrientos que atentaban contra las grandes propiedades harán desquebrajarse al imperio en Hispania. En este contexto se sitúa el foedus o tratado entre el emperador Constancio y el visigodo Valla del año 415, en poco más de cien años los visigodos estaban asentados en la Península Ibérica.

 

No existió un proceso de ruptura, sino de asimilación de la cultura romana por las poblaciones godas, o mejor dicho hispanovisigodos. Convertida la población hispana al catolicismo en el año 589, uno de los aspectos más interesantes fue el de la religiosidad. En la provincia de Albacete dos conjuntos rupestres dedicados al culto se encuentran en la comarca de Hellín, de tipo eromítico (La Camareta) y cenobítico (Alboragico), caracterizados por la presencia de cruces latinas y la orientación al Oriente.

 

Posteriormente, la presencia visigoda también debió de sentirse en Molinicos, pues se encontraba a caballo entre Alcaraz, donde se descubrió un jarro litúrgico de bronce, y Villares, donde se conoce la Gutta medieval, un municipio por tanto de esta época. En este periodo se pierde la anterior unidad del territorio quedando circunscrita la zona de Molinicos dentro de la región de la Orospeda que durante algún tiempo fue también conquistada por los bizantinos. Tras varias décadas de debilitamiento visigodo, se produce la entrada de los musulmanes en la península con el desembarco en Gibraltar el 27 de abril de 711, de Táriq Ibn Ziyad lugarteniente del gobernador de Tánger.